Castración, Infibulación, Ablación y Religión
La castración, en los animales domésticos o en los seres humanos, es la técnica quirúrgica destinada a retirar los órganos sexuales, los testículos de un macho o los ovarios en las hembras. Esto causa la esterilización, con lo que se impide la reproducción; también se reduce drásticamente, en consecuencia, la producción de las hormonas generadas básicamente en dichos órganos, como la testosterona o los estrógenos (una pequeña parte de las cuales se produce en la corteza suprarrenal).
Castrato es la denominación que se utiliza para referirse al cantante sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda (de soprano, mezzo-soprano o contralto).
Los castrati aunaban en su voz la ternura de un niño y la potencia y fuerza de un adulto. Fueron voces muy codiciadas y aplaudidas. Uno de los más famosos castrati fue Carlo Broschi más conocido como Farinelli.
El fin oficial de los castrati llegó el día de Santa Cecilia, 22 de noviembre de 1903 , cuando el nuevo Papa, Pío X, emitió un motu proprio, titulado Tra le Sollecitudini, en el que establecía el uso de niños en los papeles empleados para los castrati.
El último castrato sixtino fue Alessandro Moreschi, el único castrato en realizar grabaciones en solitario. Se retiró oficialmente en marzo de 1913, y murió en 1922.
La infibulación es una mutilación de los genitales femeninos, en la mayoría de los casos, consiste en una clitoridectomía seguida por el cierre vaginal mediante sutura. Solamente se deja una pequeña abertura para la emisión de orina y descarga de la sangre menstrual.
La infibulación es la forma más extensa de lo que en varias culturas africanas se denomina circuncisión femenina, una práctica que todavía se viene realizando en 28 países. La meta es que las mujeres pierdan la habilidad de sentir placer sexual durante el coito, asegurando de esa manera que no serán infieles.
La embajadora de la Organización de las Naciones Unidas contra la ablación, la ex-modelo somalí Waris Dirie, quien sufrió una infibulación a los 5 años, ha conseguido que ésta práctica se haya vuelto ilegal en algunos países africanos, aunque se sigue practicando de hecho. UNICEF, en un informe, afirma que esta práctica se puede eliminar en una generación si hay un esfuerzo cultural apoyado por las autoridades.
Según las estadísticas, la práctica de la ablación afecta en la actualidad alrededor de unos 138-140 millones de mujeres y niñas en el mundo. Se cree que cada vez se practica a niñas con una edad mucho menor, a fin de evitar que quienes sufren la mutilación juzguen la práctica por sí mismas al ser mayores.
El 8 de agosto de 2016 el Parlamento Panafricano, órgano legislativo de la Unión Africana aprobó la prohibición de las prácticas de la mutilación genital femenina en sus 50 estados miembros.
La Asamblea General de las Naciones Unidas exhorta a los Estados, el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil y todos los interesados a seguir celebrando el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina el 6 de febrero.
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Castración en humanos
La castración de Urano. Fresco de Giorgio Vasari y Cristofano Gherardi (c. 1560, Sala di Cosimo I, Palazzo Vecchio Florencia).
Historia
La castración se conoce desde tiempos inmemoriales y fue frecuentemente utilizada en ciertas culturas, de Europa, el Medio Oriente, India, África y China, por razones religiosas o sociales. Después de las batallas, algunos pueblos castraban a los prisioneros o a los muertos, para simbolizar su victoria y "medir" su poder.
Algunas religiones, como el judaísmo, se oponían totalmente a esta práctica aunque en algunas épocas cortaban el prepucio a los enemigos vencidos.
En la Antigüedad en Mesopotamia, en tiempos del rey asirio, se castigaban las prácticas homosexuales con la castración.
Tras imponerse el cristianismo como religión oficial en la Antigua Roma, los hijos sucesores de Constantino dictaron una ley que condenaba a la castración a hombres por asumir el rol pasivo en prácticas homosexuales.
A este castigo también eran condenados los hombres homosexuales durante el reino visigodo bajo la influencia de la religión católica.
Los vendedores de esclavos africanos comúnmente los castraban para incrementar su valor comercial. Después de negarles cualquier líquido a la víctima durante uno o dos días, le extraían los testículos y después usaban un hierro caliente para cicatrizar la herida. Posteriormente obligaban al esclavo a tomar grandes cantidades de agua para que se le abrieran los canales de la orina. Se estima que 90% de los esclavos moría en esta práctica, sin embargo, los esclavos castrados eran muy bien pagados inclusive entre cristianos y judíos, que oficialmente estaban en contra de esta práctica, pero informalmente no era mal visto comprar esclavos castrados.
En Europa, cuando no se permitía cantar en público a las mujeres, los niños eran castrados para evitar que perdieran la calidad de sus voces en la pubertad y para desarrollar un tono de voz especial. Se les llamaba castrati y eran muy usados en los coros de las capillas.
Durante la época de los fueros municipales en la Península Ibérica se sometía a la castración a los hombres judíos por mantener relaciones sexuales con cristianas.
La castración en humanos ha sido propuesta, y a veces usada, como un método de control de natalidad en las regiones del planeta más pobres.
En el derecho se ha utilizado como pena, generalmente argumentando una prevención especial positiva exacerbada para los casos de violadores o pederastas, e incluso para multitud de actos violentos, que también se han relacionado con la virilidad. Durante el período nazi, se realizaron castraciones en algunos campos de concentración, principalmente a varones judíos y prisioneros rusos.
Muy famosos son en las culturas china y árabe los llamados eunucos (también mencionados en la Biblia). Los eunucos eran hombres al servicio del emperador o emperatriz, quienes pasaban por esta especie de prueba de fidelidad. Los eunucos tenían diversas funciones dentro del palacio entre las que se encontraba la de ser guardianes de las zonas de los palacios dedicadas a las esposas de los grandes señores (haremes). En algunas culturas, sus gónadas una vez amputadas eran depositadas en un cofre y cuando fallecían se les enterraba con este cofre y su contenido para simbolizar que morían enteros. Los eunucos también existieron en Egipto antiguo, Grecia y en Persia, entre otras naciones.
Retrato del castrati Farinelli (1753) por Corrado Giaquinto.
Lista de casos conocidos
Sima Qian, historiador chino castrado por orden del emperador de China por rebelde.
Pedro Abelardo, monje medieval castrado por orden del tío de su mujer, que era opuesto a su matrimonio.
Bishop Wimund, un aventurero inglés del siglo XII e invasor de las costas de Escocia.
Bagoas, castrado muy joven, para ser un eunuco al servicio sexual de personajes poderosos.
Esporo, joven travesti romano, castrado a petición de Nerón.
Alan Turing, matemático, famoso por descifrar los códigos nazis durante la II Guerra Mundial, precursor de la informática, sufrió la castración química en 1952 por su homosexualidad, dos años después se suicidó. En el 2009, el primer ministro británico, Gordon Brown, ofreció una disculpa formal por esta condena.
Según una denuncia, en los Países Bajos, en la década de los 50, cerca de diez menores de edad, internados en institutos católicos, habrían sido castrados para suprimir su homosexualidad. La Comisión Deetman, encargada desde 1945, de investigar los abusos sexuales ocurridos dentro de la Iglesia Católica neerlandesa no llegó a profundizarla, por falta de mayores datos, aunque se conoce el testimonio de una de las víctimas.
Razones
La extracción quirúrgica de uno o ambos testículos se realiza en el caso de cáncer testicular, ante traumatismos severos de este órgano, infarto del mismo, u otras razones médicas. La extracción quirúrgica o la inutilización química de los dos testículos, puede ser utilizada en caso de cáncer de próstata para reducirlo (a través de la disminución de la concentración sanguínea de las hormonas producidas por los testículos).
La castración química "temporal" ha sido estudiada y desarrollada para ser utilizada como acción preventiva y castigo para personas que han cometido crímenes sexuales en repetidas ocasiones, como la violación u otro tipo de violencia sexual. Este tipo de castigo tiene precedentes en el Derecho Medieval. La castración química o quirúrgica está siendo discutida en muchos países como una opción voluntaria de los condenados a cárcel y de esa forma reducirían el tiempo en prisión. En el caso de la castración química, se precisan inyecciones regulares de antiandrógeno. La efectividad de esta medida es discutida y existen numerosos casos de violadores castrados que han reincidido en sus crímenes.
También hay evidencia de que la castración voluntaria es usada para controlar la libido, para el masoquismo extremo, o para propósitos de excitación sexual (sadismo). La comunidad médica no apoya la castración voluntaria, por lo tanto, se ha establecido una red de castradores (generalmente llamados "cortadores" o "capadores"), que trabajan sin ser especialistas en la materia ni estar colegiados.
Las transexuales femeninas pueden ser castradas para cambiar de sexo, pero en esos casos se recurre a una ficción médica, es decir que se diagnostica como si fuese una malformación.
La castración involuntaria también aparece en la historia de la guerra, usada para desmoralizar y humillar al enemigo. Los generales o cabecillas eran castrados -y a menudo sodomizados- públicamente delante de sus hombres. Sus testículos eran un preciado trofeo que se exhibía con orgullo e incluso se coleccionaba. En los campos de batalla se organizaban castraciones masivas de guerreros capturados, vivos o muertos, y de todo prisionero varón, especialmente padres e hijos, para acabar con el linaje de la tribu vencida. Los testículos recolectados se asaban y servían de banquete para la tribu vencedora, que los devoraba con gusto.
Consecuencias médicas
Alguien castrado antes del inicio de su pubertad retendrá su voz aguda, cuerpo y genitales pequeños (en caso de quedarle el pene se mantiene como un pene infantil), no desarrollará vello púbico, y tendrá poca apetencia de sexo, o ninguna.
En tiempos antiguos, la castración incluía la extracción de todos los genitales masculinos. Esto involucraba un gran peligro de muerte debido a una hemorragia o una infección, y en algunos lugares, como en el Imperio Romano de Oriente, se veía como una sentencia de muerte. Eliminar exclusivamente los testículos implicaba mucho menos riesgo.
Las castraciones después del inicio de la pubertad, típicamente, reducen o eliminan la libido. Los castrados pueden, sin embargo, ocasionalmente tener erecciones, orgasmos y eyaculaciones (aunque estas son de semen totalmente carente de espermatozoides). La voz normalmente no sufre cambios. Se produce una ligera redistribución adiposa corporal.
Castrato
Castrato es la denominación que se utiliza para referirse al cantante sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda (de soprano, mezzo-soprano o contralto). El término tradicional español (hoy en desuso) referido a estos cantantes era capón. Actualmente se emplea la voz italiana.
La castración consistía en la destrucción o ablación del tejido testicular sin que, por lo general, se llegara a cortar el pene. Mediante esta intervención traumática, se conseguía que los niños que ya habían demostrado tener especiales dotes para el canto mantuvieran, de adultos, una tesitura aguda capaz de interpretar voces características de papeles femeninos.
Historia
La práctica de la castración de niños cantores existía desde la creación del Imperio romano de Oriente; en Constantinopla hacia el 400 d.C., la emperatriz romana consorte de Oriente Elia Eudoxia tenía un coro cuyo maestro era un eunuco, lo que podría haber dado lugar al establecimiento de la creación y uso de castrati en coros bizantinos. Hacia el siglo IX, los cantores eunucos eran bien conocidos, y así permanecieron hasta el saqueo de Constantinopla por las fuerzas occidentales de la Cuarta Cruzada en 1204, a partir de entonces, la práctica de cantores eunucos desapareció.
Su destino desde entonces hasta su reaparición en Italia después de trescientos años no está claro. Parece probable que la tradición española de los sopranos falsetistas puede haber ocultado a los castrati. Gran parte de España estaba bajo gobierno musulmán durante la Edad Media, y en la tradición cultural del Cercano Oriente la castración tenía una larga historia. Típicamente, los eunucos eran empleados como "guardias" del harén, pero fueron también valorados como políticos de alto nivel, ya que no podían iniciar una dinastía que pusiera en peligro al gobierno.
Popularización
Los castrati tuvieron una gran popularidad y llegaron a cobrar enormes cantidades de dinero por sus actuaciones. Según la leyenda, acrecentada por la película Farinelli (1994) y considerada sin base científica alguna, gozaban de gran popularidad entre damas de la época, ya que si mantenían relaciones sexuales con ellos, no corrían el riesgo de quedar embarazadas.
Algunas objeciones modernas a la existencia de castrati en Europa podrían centrarse en los medios por los cuales la preparación de los futuros cantantes podrían conducir a una muerte prematura. Para evitar que el niño experimenta el dolor intenso de la castración, a muchos se les administraba inadvertidamente dosis letales de opio o de algún otro narcótico, o morían por estrangulamiento, al presionarles la arteria carótida en el cuello con la intención de hacerlos caer inconscientes durante el procedimiento de castración.
La formación de los castrati era rigurosa. El régimen de una escuela de canto en Roma (hacia 1700) consistía en una hora de cantar piezas difíciles e incómodas, una hora practicando trinos, una hora en ejercicio adornado passaggi, una hora de ejercicios de canto en presencia de su maestro y delante de un espejo a fin de evitar movimientos innecesarios del cuerpo o muecas faciales, y una hora de estudio literario, todo ello, además, antes del almuerzo. Después de media hora, se dedicaba a la teoría musical, otra a la escritura de contrapunto, una hora copiando lo mismo al dictado, y otra hora de estudio literario. Durante el resto del día, los jóvenes castrati tenían que encontrar tiempo para practicar su juego clave, y para componer música vocal, ya sea sacra o secular dependiendo de su inclinación.
En las décadas de 1720 y 1730, en el apogeo de la moda de estas voces, se ha estimado que más de 4.000 niños fueron castrados anualmente al servicio del arte. Muchos provenían de hogares pobres y fueron castrados por sus padres con la esperanza de que su hijo pudiera tener éxito y sacarles de la pobreza (como en el caso de Senesino). Hay, sin embargo, registros de algunos jóvenes que solicitaron voluntariamente ser operados para preservar su voz.
Los castrati aunaban en su voz la ternura de un niño y la potencia y fuerza de un adulto. Fueron voces muy codiciadas y aplaudidas. Uno de los más famosos castrati fueCarlo Broschi más conocido como Farinelli.
Declive
En el siglo XIX, los cambios en los gustos operísticos y las actitudes sociales significaron el final de los castrati. El último gran castrato fue Giovanni Battista Velluti (1781-1861), quien realizó la última función de ópera escrita por un castrato (Venecia, 1824). Poco después fueron reemplazados definitivamente como los primeros hombres de la escena operística por un nuevo grupo de tenores, el primero de ellos el francés Gilbert-Louis Duprez . Sus sucesores han incluido cantantes como Enrico Tamberlik, Jean de Reszke, Francesco Tamagno, Enrico Caruso, Giovanni Martinelli, Beniamino Gigli, Jussi Björling, Franco Corelli y Luciano Pavarotti, entre otros.
Después de la unificación de Italia en 1861, la castración con fines musicales se hizo oficialmente ilegal (el nuevo Estado italiano había adoptado un código jurídico francés que prohibía expresamente la práctica). En 1878, el Papa León XIII prohibió la contratación de nuevos castrati por parte de la iglesia: sólo en la Capilla Sixtina y en algunas otras basílicas papales de Roma se permitió ala actuación de los castrati. Una foto del coro de la Capilla Sixtina tomada en 1898 muestra que para entonces solo quedaban seis (además del Perpetuo Direttore, Domenico Mustafa ), y en 1902 una sentencia del Papa León estableció que ningún castrato más sería admitido. El fin oficial de los castrati llegó el día de Santa Cecilia, 22 de noviembre de 1903 , cuando el nuevo Papa, Pío X, emitió un motu proprio, titulado Tra le Sollecitudini, en el que establecía el uso de niños en los papeles empleados para los castrati.
El último castrato sixtino fue Alessandro Moreschi, el único castrato en realizar grabaciones en solitario. Se retiró oficialmente en marzo de 1913, y murió en 1922.
La castración es común tanto en grandes como en pequeños animales, donde se desea favorecer un desarrollo dado, un cambio en sus hábitos o para prevenir sobrepoblación.
En animales de compañía
Los animales de compañía o mascotas, en los que también es frecuente llamarle esterilización, se castran para eliminar el período de celo y la reproducción y, secundariamente, para promover un cambio de hábitos. Siendo más común la castración de las hembras, suele realizarse también en los machos, sobre todo en el caso de los gatos.
Asimismo, la castración es el método de elección para la curación de determinadas enfermedades del sistema reproductor, como los tumores testiculares y la hiperplasia prostática en los machos, o la piómetra en las hembras.
En animales de ganadería
En la industria alimentaria, el ganado vacuno y otros animales, como los cerdos o el ganado ovino, frecuentemente se castran para incrementar su peso y mejorar las cualidades de su carne. En este caso, sólo son castrados los machos, con lo cual también se facilita su manejo, siendo esta última la razón que lleva a castrar a los caballos (caballo capón).
Existen, en muchos casos, diferentes denominaciones para los animales machos que han sido castrados, para diferenciarlos de los que permanecen enteros: el toro pasa a ser buey, el gallo es capón, el cerdo al castrarse deja de ser verraco para ser llamado simplemente chancho o capón en varias partes de América latina, y al caballo o al asno que conserva sus atributos se lo llama garañón. En general, en la mayoría de las especies, se designa como semental o padrillo al macho que conserva su capacidad reproductiva.
Aspectos negativos
A pesar de los aspectos positivos de la castración en animales de compañía, también existen consecuencias negativas. Cuando se castra a un animal es altamente probable que pueda padecer de obesidad, por la ausencia casi total de hormonas sexuales, lo que ocasiona el depósito de grasa corporal y una actividad física menor, lo que constituye en sí mismo un problema serio, que además podría llevar a que el animal padezca trastornos articulares como artritis o artrosis, padecimientos cardíacos o circulatorios y otros, con una baja en la calidad de vida. Si bien es cierto, que, en algunos casos, con una observancia en la alimentación y el ejercicio, es posible realizar un control del peso, y el animal puede mantener una condición física normal. Como contrapartida, en los animales castrados se reduce significativamente la aparición de enfermedades de los órganos reproductivos.
Estas contraindicaciones, sumadas al que implica la anestesia general, bajo la cual debe realizarse la intervención quirúrgica, hacen que muchos dueños de mascotas apelen a otros medios para controlar la reproducción, como no dejar que las gatas o las perras salgan de casa en época de celo. No obstante, cuando lo que se desea es evitar la incomodidad que implica el tener periódicamente un animal en celo, la castración es el método de elección, ya que las prácticas sucedáneas, como la administración de comprimidos o inyecciones anticonceptivas presentan un mayor índice de complicaciones.
Rojo oscuro: Excisión e infibulación, Pardo: Clitoridectomía
Infibulación
La infibulación es una mutilación de los genitales femeninos, en la mayoría de los casos, consiste en una clitoridectomía seguida por el cierre vaginal mediante sutura. Solamente se deja una pequeña abertura para la emisión de orina y descarga de la sangre menstrual.
Por lo general es una partera o curandera quien realiza la infibulación cuando las niñas tienen entre 2 y 7 años de edad. No se utiliza anestesia y es común que las pequeñas desarrollen infecciones ya que las condiciones de la operación no son higiénicas.
La infibulación, llamada también “circuncisión faraónica” más que definida es descrita así por el Dr. Cordero Marín: “extirpación total del clítoris, labios menores y parte de los labios mayores. Las dos partes de la vulva se suturan con espinos, generalmente con acacia enana, se fijan con cordel en cierre de corsé dejando un solo agujero que dé paso a la orina y a la sangre menstrual, asegurando su permeabilidad con un trozo de caña de bambú. La hemostasia se realiza aplicando una mezcla, casi siempre de azúcar y goma arábiga. A continuación se adosan ambas piernas amarrándolas hasta la altura de las rodillas. Unas semanas después se quitan los espinos; si la operación no dio resultado se repite de nuevo”.
Después del matrimonio la vulva es abierta con un cuchillo, lo que a menudo vuelve a ocurrir en ocasión de un parto. El cierre vaginal vuelve a repetirse cada vez que el esposo desea hacer un viaje.
La infibulación es la forma más extensa de lo que en varias culturas africanas se denomina circuncisión femenina, una práctica que todavía se viene realizando en 28 países. La meta es que las mujeres pierdan la habilidad de sentir placer sexual durante el coito, asegurando de esa manera que no serán infieles.
El resultado es que la mayoría de las mujeres a las que se practica la infibulación desarrollan problemas médicos desde los quistes dermoides, infecciones urinarias y fístulas, hasta las hemorragias uterinas y otras complicaciones serias que pueden causarles hasta la muerte.
La embajadora de la Organización de las Naciones Unidas contra la ablación, la ex-modelo somalí Waris Dirie, quien sufrió una infibulación a los 5 años, ha conseguido que ésta práctica se haya vuelto ilegal en algunos países africanos, aunque se sigue practicando de hecho. UNICEF, en un informe, afirma que esta práctica se puede eliminar en una generación si hay un esfuerzo cultural apoyado por las autoridades.
Ablación de clítoris
La ablación del clítoris, también conocida como circuncisión femenina y oficialmente llamada mutilación genital femenina (MGF) por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la eliminación parcial o total de tejido de los órganos genitales femeninos, particularmente del clítoris, con objeto de eliminar el placer sexual en las mujeres, considerando razones culturales, religiosas o cualquier otro motivo no médico. Los términos infibulación y escisión son expresiones comunes utilizadas para el procedimiento aplicado para llevar a cabo la mutilación. Esta práctica se considera una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. En febrero de 2016 Naciones Unidas abordó este tema como una prioridad entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcándose como referencia el año 2030 para acabar con esta práctica.
Origen
Se cree que este ritual de iniciación originalmente se practicaba en las niñas de algunos países de África, Oriente Medio y otros. La costumbre es de procedencia incierta, aunque hay algunas versiones que afirman que comenzó en el antiguo Egipto y a partir de allí se extendió al resto del continente africano. Aunque se localiza sobre todo en la zona centroafricana, no se limita al continente africano, pues se observa también en varios países de Asia, Europa, Oceanía e incluso América.
Practicada en muchos casos como rito de iniciación a la edad adulta, en los años más recientes este motivo está disminuyendo debido a la prohibición de su realización en muchos países. En algunos casos se recurre a tradiciones religiosas para argumentar en su favor, como en el islam. No obstante, se practica por igual entre animistas, musulmanes, cristianos y judíos y, pese a numerosas opiniones que así lo afirman, no tiene relación alguna con el islam ni base en el Corán, ni tampoco en otras escrituras sagradas.
La pérdida casi total de sensibilidad es la principal consecuencia para las afectadas, con el añadido trauma psicológico. Hay mujeres que mueren desangradas o por infección en las semanas posteriores a la intervención, ya que se realiza casi siempre de manera rudimentaria, a cargo de curanderas o mujeres mayores, y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos o cuchillas de afeitar y nunca en centros sanitarios.
Tipos de ablación
Existen varios tipos de ablación:
Amputación del prepucio del clítoris (circuncisión): el clítoris puede extirparse en parte o en su totalidad (clitoridectomía).
Otra forma consiste en la escisión o mutilación total o parcial del prepucio del clítoris y de los labios menores, conservando solo los labios mayores (véase vulva).
La infibulación es la forma más agresiva, y consiste en la extirpación del clítoris y de los labios mayores y menores. Después del acto, hay un cosido de ambos lados de la vulva hasta que esta queda prácticamente cerrada, y se deja únicamente una abertura para la sangre menstrual y la orina. La infibulación también se conoce como circuncisión faraónica.
Descripción de una clitoridectomía
El informe de Amnistía Internacional para hacer conciencia de los malos tratos a las mujeres daba la cifra de 120 millones de mujeres clitoridectomizadas, y de tres millones de niñas por año en veintiocho países diferentes:
Sientan a la niña desnuda en un taburete bajo, inmovilizada al menos por tres mujeres. Una de ellas le rodea fuertemente el pecho con los brazos; las otras dos la obligan a mantener los muslos separados, para que la vulva quede completamente expuesta. Entonces, la anciana toma la navaja de afeitar y extirpa el clítoris. A continuación viene la infibulación: la anciana practica un corte a lo largo del labio menor y luego elimina, raspando, la carne del interior del labio mayor. La operación se repite al otro lado de la vulva. La niña grita y se retuerce de dolor, pero siguen sujetándola. La anciana enjuga la sangre de la herida y la madre, así como las otras mujeres, "verifica" su trabajo, algunas veces introduciendo los dedos. La cantidad de carne raspada de los labios mayores depende de la habilidad "técnica" de quien opera. La abertura que queda para la orina y el flujo menstrual es minúscula. Luego, la anciana aplica una pasta y asegura la unión de los labios mayores mediante espinas de acacia, que perforan el labio y se clavan en el otro. Coloca tres o cuatro a lo largo de la vulva. Estas espigas se fijan con hilo de coser o crin de caballo. Sin embargo, nada de esto basta para asegurar la soldadura de los labios; por eso, a la niña la atan desde la pelvis hasta los pies. Le inmovilizan las piernas con tiras de tela.
Consecuencias
Las consecuencias de esta práctica son negativas para la salud de las mujeres y tiene los siguientes efectos:
Efectos inmediatos
Dolor intenso, choque, hemorragias graves, tétanos, sepsis (infecciones), problemas urinarios (retención de orina), llagas en los genitales, lesiones en los tejidos genitales vecinos.
Efectos a largo plazo
Quistes, infecciones recurrentes en la vejiga y en la orina, esterilidad, complicaciones del parto, aumento del riesgo de muerte del recién nacido, necesidad de nuevas intervenciones quirúrgicas.
Naciones Unidas y la lucha contra la MGF
Antedentes
1979 Convención de Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (en vigor desde el 3 de septiembre de 1981). En su artículo 5 obliga a los Estados a adoptar todas las medidas apropiadas para la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole, que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres. La Convención establece un órgano de vigilancia de su observancia en su art. 17, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, que ha publicado, entre otras, la Recomendación General nº 14 (1990) en la que solicita a los Estados Parte que adopten medidas apropiadas y eficaces para la erradicación de la mutilación genital femenina, centradas en las de índole sanitaria y educativa.
1993 Declaración de Naciones Unidas sobre Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Entre las principales aportaciones de este texto, junto a la amplia definición de “violencia contra la mujer”, está la de destacar la violencia que tiene lugar en el marco de la vida privada y que por ello permanecía invisible en muchos casos para los poderes públicos, al ser llevada a cabo por particulares en sus relaciones personales. Como muestra de esa clase de violencia considera específicamente la mutilación genital femenina y en su artículo 4 impide a los Estados invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación” de procurar eliminar la violencia contra la mujer.
Resolución contra MGB en 2012
El 20 de diciembre de 2012 la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución unánime (194 países) prohibiendo la práctica de la mutilación genital femenino. Se trata de la Resolución A/RES/67/146,15 en la cual exhorta a los Estados, al sistema de la ONU, a la sociedad civil y a todas las partes implicadas a seguir observando el 6 de febrero como el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, y a aprovechar la ocasión para mejorar las campañas de sensibilización y tomar medidas concretas contra la mutilación genital femenina.
La agencia que lidera el trabajo de la ONU en este tema es el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En febrero de 2016 Naciones Unidas abordó este tema como una prioridad entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcándose como referencia el año 2030 para acabar con esta práctica.3 4
Práctica limitada
Según las estadísticas, la práctica de la ablación afecta en la actualidad alrededor de unos 138-140 millones de mujeres y niñas en el mundo. Se cree que cada vez se practica a niñas con una edad mucho menor, a fin de evitar que quienes sufren la mutilación juzguen la práctica por sí mismas al ser mayores.
Según datos de la OMS, suele practicarse en la infancia, entre la lactancia y los 15 años. En África, hay aproximadamente 92 millones de mujeres y niñas de más de 10 años de edad en quienes esta práctica se ha llevado a cabo.
Europa
El aumento de la inmigración ha llevado esta práctica a Europa. La mutilación genital femenina, en cualquiera de sus modalidades, se encuentra penada por la ley en los principales países de dicho continente con algunas excepciones como Italia o Irlanda. No obstante, aunque existen en algunos países europeos con normativas legales de control sobre el permiso de salida para las niñas en situación de riesgo por este tipo de costumbres, hay denuncias de que medio millón de mujeres y niñas han sufrido la MGF en Europa, incluso en centros sanitarios bajo cuerda. Un imán de Bristol aconsejaba que la ablación de las niñas sea realizada en el extranjero, para burlar la prohibición que desde 2003 pesa sobre esta práctica en el Reino Unido.
España
En España en 2003 se aprobó la Ley Orgánica 11/2003, de 29 septiembre, que modifica el Código penal, y en la cual tiene lugar la tipificación de un nuevo delito de mutilación genital.
En 2005 se aprobó la Ley Orgánica 3/200519 de 8 de julio para perseguir extraterritorialmente la práctica de la mutilación genital femenina. La resolución permite a los jueces españoles condenar las ablaciones realizadas a las niñas, no solo dentro de las fronteras españolas sino también fuera de ellas. La ablación femenina ya se encontraba tipificada como delito en el Código Civil, pero los tribunales no tenían hasta esta ley la capacidad de actuar contra quienes cometían ese delito en el extranjero, aprovechando habitualmente viajes de vacaciones con sus hijas a sus países de origen.
Asia
La mutilación genital femenina, particularmente en su forma de circuncisión sunna, está presente en prácticamente todos los países musulmanes del continente, así como en las comunidades kurdas. Afganistán, Tayikistán, Brunéi, Malasia e Indonesia también la practican, los tres últimos incluyendo los tipos de mutilación más radicales.
África
El 8 de agosto de 2016 el Parlamento Panafricano, órgano legislativo de la Unión Africana aprobó la prohibición de las prácticas de la mutilación genital femenina en sus 50 estados miembros. El acuerdo llegó tras conversaciones entre el Grupo de Trabajo para la Mujer del Parlamento y representantes del Fondo de Población de Naciones Unidas celebradas días antes en Johannesburgo. Los 250 parlamentarios firmaron un plan de acción para erradicar esta práctica.
América
En la mayoría de los países de América se prohíbe legalmente esta práctica.
Colombia
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en América Latina el único lugar donde la práctica ha sido detectada es en la comunidad emberá, uno de los 102 pueblos indígenas reconocidos por Colombia. Salió a la luz en 2007 después de la muerte de al menos una niña por infecciones derivadas de esta práctica.
Cirugía reparadora
En 2002 el médico francés Pierre Foldès en colaboración con el urólogo Jean-Antoine Robein iniciaron la práctica de una cirugía reparadora del clítoris. En 2012 presentó un informe indicando que en 11 años su equipo operó a casi 3.000 mujeres. Unas 866 pacientes (el 29%) participaron en un seguimiento después de un año de someterse a la cirugía. De ellas, 821 informaron tener una mejoría o al menos no un empeoramiento del dolor; 815 dijeron experimentar placer clitoriano y 431 aseguraron tener orgasmos. En Francia desde 2004 la operación está asumida por la Seguridad Social entendiéndose no como una operación de cirugía estética sino de cirugía funcional. La cantante franco-maliense Inna Modja activista contra la ablación explicó que ella misma había sido víctima de mutilación y explicó su experiencia al someterse a la reconstrucción del clítoris.
En España en 2013 el Dr. Pere Barri Soldevila aprendió la técnica en París y empezó a realizar este tipo de cirugía. En el marco de la sanidad pública española, la conselleria de sanitat de la generalitat de catalunya puso en marcha en Octubre de 2015 un programa de reparación de la ablación genital femenina. Este programa se desarrolla en el Servicio de Ginecología del Hospital Clínico de Barcelona coordinado por la Dra María José Martínez-Serrano . También en Alemania en septiembre de 2013 se inauguró el Desert Flower Center en el Waldfriede Hospital de Berlin-Zehlendorf realizando este tipo de intervenciones.
La mutilación genital femenina y el islam
La circuncisión femenina antecede históricamente a la aparición del islam en el siglo VII y actualmente no se practica en la gran mayoría de países musulmanes.
Aunque durante las dos últimas décadas del siglo XX tanto medios de comunicación como publicaciones académicas atribuyeron al islam la práctica de la circuncisión femenina, según Noor Kassamali , la actitud de los religiosos musulmanes ha sido diversa. La práctica se observa en regiones de población musulmana donde existía ya antes de la islamización, tras la cual los alfaquíes la justificaron con argumentos religiosos, y pasaron a considerarla una tradición del islam. Son así numerosos los casos registrados en que jurisperitos musulmanes han aprobado la circuncisión, si bien en la actualidad la mayoría de los teólogos musulmanes consideran la circuncisión femenina una práctica innecesaria o contraria al islam verdadero.
La mutilación genital en el islam sunní
Al no mencionar el Corán en ningún momento la circuncisión femenina, muchos alfaquíes que la ratificaron lo hicieron basándose en un conocido hadiz atribuido al profeta Muhammad, según el cual una mujer de Medina llamada Umm ʿAṭīya se dedicaba a la circuncisión de las mujeres, y el profeta le dijo: Umm ʿAṭīya, cuando circuncides a una mujer no cortes demasiado de su miembro, para que tenga la cara más luminosa y sea más amistosa con su marido. En otra versión del hadiz, la recomendación del profeta es: en la circuncisión de las mujeres, no os sobrepaséis, que así será mayor el placer de la mujer y placerá al marido. Sin embargo, la generalidad de los alfaquíes han considerado dudosa la cadena de transmisión del hadiz, que aparece en las Tradiciones de Ibn Dawud, pero no en los canónicos Ṣaḥīḥ al-Bujārí y Ṣaḥīḥ Muslim. Otros hadices hacen remontar la circuncisión femenina a Agar y a Sara.
Entre las cuatro escuelas jurídicas del islam sunní, tan sólo la šāfiʿí ha considerado tradicionalmente necesaria la circuncisión femenina. El imam šāfiʿí Al-Nawawi (Siria, 1233-1277) califica de wāŷib (deber religioso) la escisión del clítoris. El tradicionalista conservador sunní Aḥmad ibn Ḥanbal (Bagdad, 780-855), fundador de la escuela ḥanbalí, calificó la circuncisión femenina como makrūma (acto noble), pero no wāŷib. Si bien la cuestión de la circuncisión femenina era controvertida, los alfaquíes tradicionales tendían a considerar necesario reducir los deseos sensuales excesivos de las mujeres. En 1997, cuando un grupo de ulemas de la Universidad de al-Azhar declararon islámica la circuncisión femenina, provocaron la reacción de la mayor parte de los ulemas, que rechazaron esa afirmación replicando que Muhammad había reprendido esa práctica y la calificaron como tradición faraónica.
El líder del Estado Islámico (ISIS) en Irak, Abu Bakr al-Baghdadi, habría ordenado en un comunicado (y habría publicado en Internet) que todas las mujeres del califato de edades comprendidas entre los 11 y los 46 años sean sometidas a mutilación genital. En el texto, los yihadistas afirman que la práctica ha sido impuesta por el profeta Mahoma y muestran una lista de sus hadith (los dichos), que a su parecer contienen esta indicación. No obstante, algunas agencias periodísticas desestimaron estas informaciones al considerarlas un intento de desacreditar al Estado Islámico; incluso Jenan Moussa, un corresponsal de la emisora con sede en Dubái, Al AAan TV, dijo por medio de las redes sociales que sus contactos en Mosul no habían oído hablar de un edicto que impusiera dicha práctica.
El islam chií
Entre los chiíes, la circuncisión femenina sólo es practicada por la secta egipcia ismaelí mustaʿalí. La doctrina general de los chiíes se apoya en un hadiz de Alí transmitido por el sheij Ṣadūq ibn Bābūya (Jorasán, 923–Rey, 991), según el cual no es censurable si no circuncidáis a las mujeres, pero para los hombres es obligatorio. El ayatolá ʿAllāmat al-Ḥilli (Al-Hilla, 1250-1325) refiere otro hadiz, según el cual Alí afirmó: la circuncisión de los hombres es obligatoria, pero la de las mujeres (sólo) se aconseja. Aun así, al no estar arraigada la práctica en la cultura de Irán e Iraq, no se da entre los chiíes. Algunas de las fuentes de emulación o máximas autoridades del chiismo duodecimano actual han calificado la circuncisión femenina de apreciable (mustaḥabb) y otras de prohibida (ḥarām).
Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina
La Asamblea General de las Naciones Unidas exhorta a los Estados, el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil y todos los interesados a seguir celebrando el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina el 6 de febrero.
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Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Castraci%C3%B3n
https://es.wikipedia.org/wiki/Castrato
https://es.wikipedia.org/wiki/Infibulaci%C3%B3n
https://es.wikipedia.org/wiki/Ablaci%C3%B3n_de_cl%C3%ADtoris
https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_de_Tolerancia_Cero_...
https://www.youtube.com
Fotos:
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https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ancient_Medieval_era_circumcisio...