Sepultura o Cremación, el dilema
Para unos es necesario la cremación, es decir, incinerar o quemar al fallecido para que su conciencia, alma, espíritu o energía vital se desprenda del cuerpo y continue hacia otra dimensión de tiempo y de espacio. Para otros lo correcto es la sepultura, que el cuerpo se entierre para que sus restos estén juntos en el caso de una resurrección. Esta es la pregunta que los familiares se hacen cuando fallece un ser querido... ¿Incinerarlo o enterrarlo?...
Crematorium en Sidney, Australia
Un funeral es una ceremonia que se lleva a cabo para despedir a una persona ya muerta. La naturaleza y la composición de los ritos funerarios dependen de las creencias religiosas de la sociedad. También de la época, la cultura, y del afecto hacia el muerto. Los diferentes ritos de funeral son básicamente el embalsamamiento, la sepultura o la cremación. Junto con el entierro, la cremación es una alternativa cada vez más popular para la disposición final del fallecido.
Los ritos funerarios, las prácticas relacionadas con la muerte y el enterramiento de una persona, son específicos de la especie humana.
Estas prácticas, estrechamente relacionadas con las creencias religiosas sobre la naturaleza de la muerte y la existencia de una vida después de ella, implican importantes funciones psicológicas, sociológicas y simbólicas para los miembros de una colectividad.
Así, el estudio del tratamiento que se dispensa a los muertos en cada cultura proporciona una mejor comprensión de su visión de la muerte y de la propia naturaleza humana. Los rituales y costumbres funerarias tienen que ver no sólo con la preparación y despedida del cadáver, sino también con la satisfacción de los familiares y la permanencia del espíritu del fallecido entre ellos.
Igualmente, existen ritos funerarios sin creencias religiosas. En línea con la corriente ideológica del laicismo, que va ganando adeptos en el Mundo.
El crematorio de Daelwijck en Utrecht-Holanda
Cremación
La cremación o incineración es la práctica de deshacer un cuerpo humano muerto, quemándolo, lo que frecuentemente tiene lugar en un lugar denominado crematorio.
La razón fundamental de la cremación sería para algunos autores para lograr la liberación inmediata de la conciencia, alma, espíritu o energía, de tal forma que pueda dirigirse a otro tiempo y espacio y continuar su viaje universal.
No obstante, algunas personas prefieren la incineración por razones personales al resultarles más atractiva que el entierro tradicional. A éstas les resulta muy desagradable la idea de un largo y lento proceso de descomposición (Putrefacción del cuerpo), prefiriendo la alternativa de la incineración, puesto que se destruyen los restos inmediatamente.
En la cultura latinoamericana, la cremación no es muy utilizada, aunque algunos las prefieren, pues en estos países suelen enterrar los cadáveres y luego de dos años (tiempo prudencial en que se ha descompuesto el cadáver y ha quedado el esqueleto completamente "limpio") se procede a la exhumación del mismo para proceder a colocar los restos en un osario.
Otras personas ven la inhumación o sepultura tradicional como una innecesaria complicación de su proceso funerario, por lo que prefieren la sencillez de la cremación, o prefieren la cremación por un simple 'miedo al cajón'. Piensan que es posible un error que permita su entierro en vida. Se han presentado casos excepcionales en los que por enfermedad u otras causas el corazón ralentiza e incluso detiene momentáneamente su actividad, además de los casos de catalepsia que estuvieron muy en boga en la literatura del siglo XIX. Estas personas temen recuperar la consciencia cuando se hallan enterradas en su cajón y no poder salir; prefieren, de haber quedado vivas, morir quemadas que vivir enterradas.
La cremación hace posible esparcir las cenizas sobre un área determinada, eliminando la costosa necesidad de ocupar un espacio dentro de un sepulcro o cripta. No obstante, algunas religiones como la católica sugieren el sepulcro o tumba como destino final de las cenizas, lo que añade un costo. El uso de algunos tipos de nichos, llamados columbarios (palomares) se ha extendido debido a la economía en espacio y a su bajo precio, llegando a costar mucho menos que una cripta o mausoleo.
Conceptos religiosos de la cremación
Edificio funerario de cremaciones a orillas del río Ganges en Benarés
Religion dhármica
Mientras las religiones abrahámicas (Judia, Cristiana y el Islam) prohíben la cremación o prefiere el entierro, las religiones del Este como el hinduismo y el budismo ordenan el uso de la cremación.
En estas religiones el cuerpo es visualizado como un instrumento portador del alma al nacer. Una de las citas del Bhagavad Gita señala: "Así como las vestimentas viejas son lanzadas lejos y se toman nuevas, el alma sale del cuerpo después de la muerte para tomar otro nuevo". De ahí que el cadáver no sea considerado sagrado, desde que el alma lo ha abandonado; así pues, la cremación no es considerada como poco ética por las religiones orientales. En el Sijismo, el entierro no está prohibido, aunque la cremación es la opción preferida por razones culturales más que por razones religiosas.
De acuerdo a las tradiciones hindúes, las razones para preferir la destrucción del cuerpo a través del fuego en lugar de sepultarlo es la de inducir un sentimiento de la separación del espíritu fresco e incorpóreo, a quien será útil alentar en su paso a "el otro mundo" (el último destino del muerto). Esto explica también los entierros de santos varones (cuyo espíritu ya ha sido "separado" suficientemente debido a prácticas ascéticas de toda la vida) y de niños y jóvenes (cuyos espíritus no han vivido casi para desarrollar lazos con este mundo).
Los santos varones son sepultados en la posición de flor de loto y no en posición horizontal como en otras religiones. La cremación es referida como antimsamskara significando literalmente "la última condición".
Cristianismo
Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén
En los países cristianos, la cremación perdió aceptación entre las personas. El desaliento de la Iglesia Católica hacia la cremación provino de varias ideas:
Primero, que el cuerpo es como un instrumento a través del cual se reciben los sacramentos, es por sí mismo sacramental, y debe ser considerado como objeto sacro.
Segundo, como parte esencial del ser humano, se debe disponer de él de una manera honrosa y reverencial, y muchas prácticas tempranas eran visualizadas como paganas y como un insulto al cuerpo.
Tercero, como una imitación de la inhumación de Jesucristo, el cuerpo de un cristiano debía ser sepultado.
Cuarto, que constituía una negación de la resurrección del cuerpo. Aunque la cremación no estaba prohibida porque interfiriese definitivamente con la capacidad de Dios de resucitar el cuerpo.
La cremación no fue de facto prohibida en sí y por sí misma, aún en Europa dentro de la etapa Medieval fue practicada bajo situaciones en las cuales había multitudes de cuerpos simultáneamente, tales como en una batalla, durante una "peste" o alguna hambruna, y en donde existiese un peligro latente de focos de esparcimiento de enfermedades a través de los cadáveres.
Actualmente, la Iglesia Católica sigue prefiriendo la inhumación tradicional o el sepultamiento del cuerpo, pero la cremación ahora es libremente permitida, en tanto no signifique un rechazo a la creencia en la resurrección del cuerpo.
La Iglesia Protestante fue más concordante con el uso de la cremación y mucho antes que la Iglesia Católica; el sentimiento de pro-cremación no fue del todo unánime entre los protestantes; no obstante, el primer crematorio en los países protestantes se construyó en 1870, y en 1908 el decano y capitán de la abadía de Westminster, una de las más famosas Iglesias Anglicanas, solicitó que los restos que fueran incinerados debían ser sepultados en cercanía de la abadía. El dispersar las cenizas o regarlas es una práctica aceptable en muchas denominaciones protestantes, y algunas iglesias tienen su propio "jardín del recuerdo", sitio en el cual, los restos pueden ser dispersados. Otro grupo que también apoya a la cremación son los Testigos de Jehová.
Osarios expuestos en el Museo Hecht, en Israel
El judaísmo ha desaprobado tradicionalmente a la cremación (que fue uno de los medios tradicionales para disponer de los muertos en la Edad del Bronce vecina a las culturas semíticas paganas). De la misma forma también ha desaprobado la conservación del muerto por medio del embalsamarlo y la momificación —una práctica de los egipcios antiguos—. Durante el siglo XIX y principios del XX, como los cementerios judíos, en muchas ciudades europeas habían llegado a su límite poblacional, la cremación fue aceptada como un medio de entierro entre los judíos liberales. Los movimientos liberales actuales, como La Reforma al Judaísmo, siguen apoyando a la cremación, aunque la inhumación (entierro) permanece como la opción preferida.
Religión Mormona
Desde su organización en 1830, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a través de sus líderes ha exhortado a sus seguidores a evitarla, a menos que sea requerido por la ley, y hasta donde sea posible, para consignar al cuerpo al entierro en la tierra, y a permitir a la naturaleza el encargarse de su disolución, "del polvo has sido creado, y en polvo te convertirás" (Gen 3:19).
Zoroastrismo
Generalmente los parsis prohíben totalmente la cremación como algo que ensucia al fuego, símbolo de todo lo que es sagrado. El entierro es desconocido también, por razones semejantes, y el método tradicional para disponer de un cadáver es el exponerlo como alimento para los buitres en las "torres de silencio". Sin embargo algunas figuras contemporáneas de la fe han optado por la cremación.
El cantante Freddie Mercury, líder de Queen (grupo británico de rock), quien era creyente parsi-zoroastrista, fue cremado después de su muerte.
Igualmente, Rajiv Gandhi fue objeto de una gran publicidad a partir de la cremación de su cuerpo en una pira de madera de sándalo, él también era parsi (aunque hinduista por vía materna).
Nueva Era
Acorde a las interpretaciones feministas de los registros arqueológicos, la cremación es un rasgo característico de las religiones patriarcales; el humo elevándose simboliza el espíritu del difunto ascendiendo al dominio de las deidades padres en los cielos. Mientras que en las religiones matriarcales, se especula que favorecen el enterramiento del cuerpo en posición fetal para representar el regreso del cuerpo a la Madre Tierra a través de la tumba que simboliza el útero. Las religiones de la Nueva Era modernas están a favor de la cremación.
Religiones que permiten la cremación
Adventistas, Ásatrú, Budismo, Calvinismo, Ciencia cristiana, Cienciología, Cuáqueros (Sociedad de Amigos), Ejército de Salvación, Hare krishnas (Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna), Hinduismo (exceptuada para sanyasis, eunucos y niños menores de 5 años), Iglesia de Gales, Iglesia de Irlanda, Iglesia episcopal escocesa, Iglesia Morava, Iglesia unida de Canadá, Luteranismo, Metodismo, Sijismo, Sintoísmo, Testigos de Jehová, Universalismo unitario, Jainismo
Religiones que prohiben la cremación
El islam y el zoroastrismo la prohíben contundentemente. El neo-confucianismo bajo Zhu Xi firmemente desaprueba la cremación de un familiar como un acto no filial.
Sepultura, Inhumación o Entierro
"El entierro de DeSoto". El explorador español Hernando de Soto murió de una fiebre durante la búsqueda de oro en la Florida y en el territorio al norte del Golfo de México. Para proteger su cuerpo de los enemigos, sus hombres lo enterraron en la noche en el río Mississippi, porque había sido el primer europeo en descubrirlo
Inhumación o Sepultura es la Acción de enterrar un cadáver. En consecuencia, cualquier otro destino que se dé a los cadáveres sea sepulcro o nicho, no entrará dentro del concepto estricto de inhumación.
Sepulcro es la lápida que se construye para dar sepultura a una persona; generalmente es de piedra y está elevada con respecto del suelo.
Se llama Nicho al hueco coronado por un arco semicircular abierto en la superficie de un muro, para colocar en él una urna.
Nichos en el Cementerio Civil de Madrid, España
En el mundo hispano se usa más comúnmente la palabra entierro o enterrar que inhumar o inhumación.
Una sepultura es el lugar donde se entierra a una persona o animal tras su muerte. Generalmente se agrupan en un cementerio, y la ubicación de cada cuerpo o de un grupo de cuerpos está señalada por una lápida.
Las sepulturas son comunes a casi todas las culturas humanas, con diferencias en cuanto a rito y decoración, dependiendo de las creencias con respecto a la muerte y la existencia después de ella. Algunas culturas, como la egipcia, sepultaban a sus muertos con todas sus posesiones terrenales, pensando que las necesitarían en el más allá. La sepultura comienza en la prehistoria.
Entierro en el Islam
La incineración o cremación del cadáver no es aprobada por ninguna escuela jurídica islámica. Las bóvedas, mezquitas-tumbas, tumbas monumentales son desaprobadas en el Islam. Asimismo, enterrar a un musulmán con ataúd o con elementos de valor es reprobable. La tumba para los musulmanes es una morada funcional, en ella se protege al cadáver de toda agresión externa. Se trasladan los restos hasta el borde de la tumba, se hace una oración, se retira del ataúd el cadáver amortajado y se procede al entierro propiamente dicho.
Entierro en el Cristianismo
El Greco, El entierro del Conde de Orga
Los pueblos antiguos tenían por principio enterrar los difuntos fuera de las ciudades. Así lo hicieron también los primeros cristianos que, perseguidos por mucho tiempo, no pudieron tener un lugar especial para depositar sus muertos. Lo que hacían era observar bien el sitio donde se enterraban los mártires, procurando no confundir sus reliquias con los huesos de otros. Las catacumbas no fueron suficientes para contener los mártires y hubo que buscar otros lugares para dar sepultura a los cristianos.
Entonces, por donación de algunos poderosos se erigieron cementerios en los que se construían altares y capillas para las ceremonias fúnebres y ejercicios piadosos observándose no obstante las leyes civiles que prohibían enterrar dentro de poblado. Con el tiempo hubo excepciones enterrando dentro de las iglesias algunas personas notables. Cundió el deseo de hacerse enterrar en los templos y se consiguió colocar los sepulcros inmediatos a las iglesias. Varias leyes civiles, secundadas por los cánones reprodujeron la necesidad de enterrar fuera de las poblaciones pero el deseo de descansar al lado de los mártires y la pequeñez de algunos cementerios hizo que a fines del siglo VI casi todos los fieles se enterrasen en la iglesia.
En el año 561 el concilio de Braga prohibió la inhumación dentro de las iglesias (canon 18). Las autoridades, por su parte, restablecieron la ley de las Doce Tablas. Pero los cementerios contiguos a las iglesias han continuado hasta nuestros días.
Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson El funeral de Atala (1808), Museo del Louvre
Aunque la Iglesia Católica acepta la incineración o cremación, prefiere, sin embargo, la inhumación, debido a que la inhumación hace memoria de la sepultura de Jesús y de su salida de la tumba. Desde 1963, la Iglesia Católica autoriza la incineración, siempre y cuando el difunto no haya tomado esta decisión por motivos contrarios a la fe cristiana. El rito funeral cristiano permanece idéntico: la ceremonia religiosa -centrada en la resurrección del cuerpo- tiene lugar en la iglesia siempre en presencia del cuerpo del difunto. Cuando el cuerpo se incinera, se propone también un tiempo de oración en el crematorio, y la Iglesia pide que la urna sea depositada en un lugar de acogida definitivo.
Entierro en el Judaísmo
Los familiares y amigos cercanos del fallecido tienen a su cargo los cuidados del cuerpo y su lavado (Tahará), los preparativos para el entierro, conseguir la mortaja mortuoria, el cajón y la documentación legal, así como ocuparse del velatorio y del propio entierro. En estos deberes religiosos, son secundados por personas que la Comunidad destina para esa tarea.
La postergación del entierro hasta el día siguiente sólo es permitido si su objetivo es honrar al fallecido, o aguardar la llegada de parientes cercanos que vienen de países distantes, o por causa de Shabat, de un Iom Tov, o a fin de enterrarlo en la Tierra de Israel.
Primero, la Jevrá Kadishá debe realizar la preparación ritual del cuerpo, conocida como Tahará (purificación). Esta consiste en lavar el cuerpo y luego vertir sobre él un flujo de agua en símbolo de purificación. El respeto por el difunto y por la dignidad humana exige que los restos descansen en un estado de profunda limpieza física.
Después de la Tahará se viste al difunto con los Tajrijim (mortajas blancas) y, para un hombre, se coloca sobre los tajrijim el Talit (manto de oraciones) que usó en vida. Las mortajas señalan la igualdad absoluta que existe entre todos los seres humanos en el momento de la muerte. La ley judía prohíbe los entierros en mausoleos y las cremaciones. Se acostumbra colocar una pequeña piedra o un puñado de tierra sobre la sepultura y despedirse del muerto antes de retirarse.
Embalsamamiento y Momificación
Momificación en Egipto
El embalsamamiento es una práctica que utiliza generalmente sustancias químicas, en especial resinas o bálsamos, y cuyo objetivo es preservar de la putrefacción la integridad de los cadáveres.
Las referencias más antiguas de la práctica se remontan al antiguo Egipto; sin embargo, se ha descrito que la preservación de los cadáveres también se acostumbraba entre las culturas sudamericanas —particularmente en el caso de la cultura Chinchorro, en el norte de Chile, la primera del mundo en momificar artificialmente a sus muertos, y también entre los Incas en Perú— mediante diversos procesos y técnicas diferentes a las egipcias.
En la actualidad, se han sometido a un proceso de embalsamamiento los cuerpos de personajes como Lenin (1924), Eva Perón (1952),Hồ Chí Minh (1969) y Mao Zedong (1976).
La práctica se originó debido a la creencia en la inmortalidad del espíritu humano, según la mitología egipcia, dando lugar al desarrollo del embalsamamiento y la momificación, para poder preservar la identidad del individuo en el más allá, de acuerdo con sus costumbres. También creían que para pasar con éxito el Juicio de Osiris, el cuerpo debía conservarse intacto. Descubren que el cuerpo simplemente enterrado no tarda en estropearse y buscando una razón con el tiempo dan con la solución: el cuerpo tiene mucha agua lo que hace que se descomponga con facilidad.
Aprendieron a extraer del cuerpo los órganos, la sangre y todo aquello que facilitase su descomposición, al final los enterraban en la arena del desierto y después de un tiempo empezaron a tratarlo con natrón, lo que era mucho más costoso e hizo que hubiera dos tipos de enterramientos: los de aquellos que tenían pocos bienes y los de aquellos que tenían mucho, o lo suficiente como para permitirse un mineral tan "raro" como el natrón. Uno de los peores castigos era tirar el cuerpo al agua o arrojarlo al fuego, haciendo imposible la inmortalidad de esa persona.
Además debían comportarse en vida, lo cual se comprobaba con una balanza en la que se colocaban el corazón (los actos) y la pluma (la justicia), si el corazón pesaba lo mismo o menos era una persona pura y se le otorgaba la inmortalidad, si no era una persona pura su corazón era comido por Ammyt, “la que destruye los malvados”, representada normalmente sentada y es el nombre egipcio del normalmente denominado «devorador». Estaba compuesto por una parte leona, una parte hipopótamo y otra parte cocodrilo.
El embalsamamiento egipcio alcanzó su máximo desarrollo alrededor de la cuarta dinastía. Casi todas las vísceras eran retiradas, excepto los riñones y el corazón, y la cavidad corporal se trataba con una disolución de natrón. Después, el cuerpo se recubría completamente con natrón pulverizado.
La persona encargada de efectuar el corte inicial del cuerpo con un cuchillo de piedra, a un lado del abdomen, era elegida en la ceremonia y posteriormente sometido a un ritual de persecución y lapidación, ya que constituía una ofensa dañar el cuerpo del faraón, incluso después de su muerte física.
Después de extraerlo del natrón, el cuerpo era recubierto, tanto por dentro como por fuera, con resina para preservarlo, se envolvía con vendajes de lino, engarzando escarabeos, amuletos y otros talismanes religiosos. En el caso de la realeza, eran colocados dentro de una serie de ataúdes jerarquizados, siendo el exterior un sarcófago de piedra, normalmente. Los intestinos, pulmones, hígado y estómago eran preservados por separado y almacenados en los vasos canopos, quedando protegidos así por los cuatro hijos de Horus.
Momia
"La Doncella". Uno de los tres niños que se encontraron congelados (liofilizado) como ofrenda inca en la cima del Volcán Llullaillaco
La noción de momia está asociada a la de un cadáver embalsamado o preparado con la intención de conservarlo el mayor tiempo posible, usualmente por razones religiosas. Los cadáveres muy rara vez se mantienen incorruptos, debido a que las condiciones para su conservación natural son fortuitas y escasas.
Algunas antiguas culturas han dado, en variadas ocasiones a lo largo de la historia, una gran importancia a la conservación de los cadáveres de sus difuntos como parte de sus ritos y costumbres funerarias. El Antiguo Egipto es el ejemplo más conocido de cultura que efectuaba la momificación ritual de sus muertos.
Los faraones de las primeras dinastías fueron considerados inmortales y eran los únicos seres que podrían seguir viviendo en el más allá. Posteriormente, los nobles y los altos jerarcas se consideraron merecedores de disfrutar de vida eterna, adoptando también rituales similares de momificación y enterramiento, extendiéndose esta facultad a la mayoría de la población con el paso de los siglos, al evolucionar los sistemas de creencias religiosas. En la Biblia, se menciona que tanto el patriarca Jacob como su hijo el visir José fueron embalsamados tras sus respectivos fallecimientos (Génesis 50:2,3,26) aunque los hebreos no llevaban a cabo dicha práctica funeraria.
Sarcófago romano, en el Museo de la antigua construcción naval, de Maguncia
Antigua Roma
Entre los romanos, los muertos eran enterrados en sus propias casas. Mas luego proscribieron las leyes este uso para librar a los vivos de la infección de los cadáveres. La ley de las Doce Tablas extendió aún más las precauciones prohibiendo enterrar o quemar cadáver alguno en el recinto de Roma. Esta prohibición fue varias veces renovada así en tiempo de la república como en tiempo de los emperadores.
El Cementerio
Cementerio de San Andrés Míxquic, México
Un cementerio, camposanto o panteón es el lugar donde se depositan los restos mortales o cadáveres. Dependiendo de la cultura del lugar, los cuerpos pueden introducirse en ataúdes, féretros o sarcófagos, o simplemente envolverse en telas, para poder ser enterrados bajo tierra o depositados en nichos, mausoleos, criptas u otro tipo de sepulturas.
Camposanto
A los cementerios católicos se les llama también camposantos, dado que en Pisa, cuando ateniéndose a medidas de higiene la autoridad ordenó cerrar el cementerio, que había sido construido en el siglo XIII dentro de la ciudad, el terreno fue cubierto con una gran capa de tierra, que habían traído de los lugares santos de Jerusalén. Y la palabra panteón se utiliza como sinónimo de cementerio en algunas regiones de américa, como México y Andalucía en España.
Necrópolis
Una necrópolis es una especie de cementerio o lugar destinado a enterramientos. Significa ciudad de los muertos, pues proviene del idioma griego: necro, muerto, y polis, ciudad. El término se emplea normalmente para designar cementerios pertenecientes a grandes urbes, así como para las zonas de enterramiento que se han encontrado cerca de ciudades de antiguas civilizaciones.
Las necrópolis fueron construidas por varias razones, a veces eminentemente religiosas, como la Necrópolis de Guiza, en Egipto. El llamado Valle de los Reyes surge frente a Tebas.
Ataud
Desde tiempos remotos el hombre ha buscado una forma de preservar los cuerpos de aquellos muertos que tenían un valor significativo en vida. Algunas culturas de la antigüedad depositaban el cadáver en una tarima para que quedara expuesta a los elementos y en otros casos (como aún se hace en la India) se incineraban.
Cuando el hombre de acuerdo a sus creencias requirió preservar el cuerpo y protegerlo de los elementos concibió la idea de un elemento funerario que tuviera esas condiciones, como grandes vasijas de greda cocida en que el cadáver se colocaba en posición fetal al interior, también fueron hechos de arcilla y de piedra o madera con forma de caja, o antropomorfa, como fue en el caso de la cultura egipcia. En otras culturas se utilizaban envolturas con forma de fardos funerarios o esteras vegetales, con el fin de resguardar el cadáver.
Un ataúd es una caja, ordinariamente de madera, donde se deposita un cadáver para llevarlo a enterrar. Se utiliza en ritos funerarios de muchas culturas desde la antigüedad.
Sarcófago
Un sarcófago es un recipiente, generalmente tallado en piedra, destinado a contener un cadáver. En el Antiguo Egipto, los sarcófagos de la realeza albergaban al menos un ataúd, generalmente de madera, donde se custodiaba la momia del difunto que previamente era sometido a un proceso de embalsamamiento.
Mausoleo
El Taj Mahal, en Agra, India, es el mausoleo más famoso y fotografiado del mundo
El mausoleo es un monumento funerario y sepulcro suntuoso. Etimológicamente proviene del latín: Mausolēum, sepulcro de Mausolo, rey de Caria, quien se hizo construir el famoso Mausoleo de Halicarnaso, una de las llamadas Siete Maravillas del Mundo. Mausolo era uno de los príncipes más ricos y poderosos de su tiempo; a su muerte fue tan llorado por su esposa Artemisa II que ésta para enaltecer la memoria de su amado, mandó construir en Halicarnaso un magnífico sepulcro, cuyo esplendor eclipsaba todo lo que en este género se había visto hasta entonces. Medía 400 pies de circunferencia, 140 de altura y contenía en su recinto 36 columnas. La pirámide que coronaba el monumento tenía por remate un carro de mármol tirado por cuatro caballos. Muchos célebres escultores, Timoteo, Escopas y Leocares, entre otros, lo habían enriquecido con estatuas y bajorrelieves. Desde entonces el nombre de Mausoleo ha sido aplicado a todos los monumentos fúnebres levantados en honor de un príncipe u otro personaje notable.
Osario
Los osarios son recipientes que tienen como finalidad reunir y guardar huesos u otros vestigios humanos.
Los osarios judíos tallados en piedra caliza, pertenecientes al siglo I d. C. que tienen como fin reunir o juntar huesos u otros vestigios humanos una vez sacados de su sepultura, para pasar el resto de la eternidad en una antecámara de la tumba. Tienen importancia histórica por ser manifestaciones de los primeros ritos fúnebres dentro de las comunidades judías del siglo I d.C.
Tumba
La tumba es una edificación o pequeña cámara destinada para depositar a los difuntos. Puede estar parcial o totalmente bajo tierra en un cementerio o dentro de una iglesia o en su cripta. Las tumbas individuales suelen estar selladas, mientras que las familiares o para grupos tienen puertas para acceder a ellas cada vez que fuera necesario.
Catacumbas
Las catacumbas son unas galerías subterráneas que algunas civilizaciones mediterráneas antiguas construyeron y utilizaron como lugar de enterramiento. Las más conocidas y las mejor estudiadas son las catacumbas de la ciudad de Roma. También son conocidas las catacumbas de París, aunque su origen es muy distinto (siglo XVIII).
Entierro Ecológico
La promación o entierro ecológico es un método para el tratamiento ecológico de cadáveres humanos que surge en Suecia debido a la saturación de los cementerios. El propósito es reducir el impacto ambiental que produce el entierro tradicional o la cremación.
El cuerpo es sumergido en nitrógeno líquido a -196°C, temperatura a la que la materia orgánica es extremadamente frágil por su alto contenido en agua. A continuación se somete a una vibración, mecánica o mediante ultrasonidos, convirtiendo el cuerpo en polvo. Este polvo se introduce en una cámara de vacío en la que se extrae el agua (un 70% del volumen). Del polvo seco obtenido se separan metales contaminantes como el mercurio o las prótesis dentales o de huesos, con lo que los restos ya son completamente ecológicos.
El polvo resultante corresponde apenas a un 30% de la masa corporal original, y es introducido en un envase biodegradable que es enterrado a una profundidad de medio metro; a diferencia de los entierros normales que son a más de 2 metros de profundidad y que impiden la degradación aeróbica con ayuda del oxígeno causando una putrefacción anaeróbica y desmembramiento por animales, también evita los gases tóxicos arrojados a la atmósfera por el proceso de cremación. El paquete completo sería donar tus órganos útiles a enfermos que los necesiten y el resto sea devuelto a la tierra como polvo.
Promación es la unión de promesa y cremación. Según sus creadores, esta técnica cumple la promesa ecologista de devolver a la tierra lo que es de ella.
Le invitamos cordialmente a leer nuestro libro: ¿Quién es Dios?
¡Gracias! por visitarnos, Vladimir y María Mercedes Gessen @DivanGessen @UnDiosUniversal
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Funeral
https://es.wikipedia.org/wiki/Cementerio
https://es.wikipedia.org/wiki/Necr%C3%B3polis
https://es.wikipedia.org/wiki/Sepulcro
https://es.wikipedia.org/wiki/Hornacina
https://es.wikipedia.org/wiki/Inhumaci%C3%B3n
https://es.wikipedia.org/wiki/Sepultura
https://es.wikipedia.org/wiki/Embalsamamiento
https://es.wikipedia.org/wiki/Momia
https://es.wikipedia.org/wiki/Mausoleo
https://es.wikipedia.org/wiki/Ata%C3%BAd
https://es.wikipedia.org/wiki/Sarc%C3%B3fago
https://es.wikipedia.org/wiki/Osario
https://es.wikipedia.org/wiki/Tumba
https://es.wikipedia.org/wiki/Promaci%C3%B3n
Fotos:
https://commons.wikimedia.org/wiki/Main_Page
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/1f/Mausoleo_Artigas_2.jpg