Psicólogos Gessen plantean la “Tregua de la pandemia”
"El Coronavirus, aparte de los daños a la economía, y a los ciudadanos por la misma enfermedad COVID-19, ha incrementado una serie de psico-patologías como el suicidio, la depresión, estados de tristeza profunda, inestabilidad emocional, estrés. Incluso, en algunos países, violencia doméstica, y se reportan el aumento de feminicidios, consecuencia de las cuarentenas radicales, además del abandono de las personas mayores y del aumento de la desnutrición por la escasez de alimentos, lo cual genera secuelas para el futuro desarrollo de niños y jóvenes", aseguran los psicólogos María Mercedes Gessen y Vladimir Gessen. Por otro lado, desde lo más alto de las pirámides políticas de las sociedades, la diatriba se concentra en acusaciones de quién es más culpable de lo que ocurre. En algunos países se habla de conflagración, de adversarios, de magnicidios, de intervenciones, de revanchas, de trifulcas, de consignas amenazadoras. Los estados psicológicos descritos pueden llegar a causar más daño que el COVID-19, y que sus consecuencias económicas y sociales. Por ello, planteamos Una “Tregua” durante la pandemia...
La tregua es la cesación de hostilidades por un tiempo determinado. Claro que la desearíamos por siempre, pero al menos hagámosla mientras se sale de la presente pandemia. Es un intermedio, un descanso a la contienda política, social y personal, que estamos viviendo.
La tregua de Navidad de 1914
Aunque no estemos en Navidad, recordemos lo que la historia nos cuenta sobre la famosa “Tregua de Navidad”, durante la Primera Guerra Mundial: Ocurrió en diciembre de 1914, cuando los distintos bandos de enemigos, y en pleno combate, empezaron a cantar “Noche de paz”. Los soldados, sin importar estandartes, sacaron sus banderas blancas, símbolo del alto al fuego, y decidieron no combatir durante la Nochebuena.
Hablaron como amigos, intercambiaron comidas, bebidas, y recuerdos de sus seres queridos, hasta jugaron pelota. Todos eran hombres de sentimiento, con familias, similares problemas, alegrías y tristezas. Conjuntamente, oraron por amigos y por sus ‘enemigos’... Si ellos lo hicieron, en plena guerra, y en el campo de batalla, todos quienes están hoy en la esta especie de ‘confrontación’ por la pandemia, pueden sentir lo mismo, y hacerlo igual.
La tregua se aplicó por encima de los dictámenes de las autoridades francesas, alemanas e inglesas, las cuales habían ordenado ofensivas y asaltos esa noche de Navidad. Pero los soldados, básicamente gente del pueblo, impusieron la paz a sus propias autoridades.
Esta situación, sí la llevamos a nuestra vida personal, nos permitirá aliviarnos de algunas de nuestras angustias, encontrarnos con aquellos seres queridos con quienes de alguna manera hemos tenido divergencias, tratando de no hablar sobre lo que nos desune, y buscando las coincidencias.
Todos debemos llevar un poco de paz y armonía a nuestros hogares, y a nuestras comunidades durante este período del coronavirus. Una tregua, abre campo a la tolerancia, al mutuo entendimiento, así como para tender puentes de comunicación entre quienes piensan diferente. Es una oportunidad valiosísima que no debemos perder. En esta época queremos invitarlos a promover una tregua personal, familiar y social, al menos durante la epidemia.
A los dirigentes políticos de cualquier parcialidad o bandería, y a los militares en todo el Mundo, le pedimos que vuelvan al camino de sus raíces colmadas de ilusiones e ideales, y que contribuyan a minimizar el sectarismo, la división y la discriminación, y promuevan una tregua política, un cese, un respiro a la diatriba, y dedíquense a superar las calamidades sociales y económicas que está causando esta pandemia viral.
María Mercedes Gessen
Vladimir Gessen
Psicólogos
NOTA: Lo negativo, lo que destruye no perdura en el tiempo, ni en el pensamiento de la gente. Por el contrario, la historia le asigna a lo positivo, a lo que construye, el puesto predominante. Fue el nacimiento de Jesús lo que celebra la humanidad, por todo lo que significó el cambio del paradigma del odio a los demás y a lo diferente, a favor del amor al prójimo sin discriminaciones. Camino seguido por hombres como Mahatma Gandhi o Martin Luther King. (MMG y VG)