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La Estrecha Relación entre Dios y la Ciencia

La definición más aceptada de Dios es que es un Ser Supremo, considerado hacedor de todo cuanto existe, y por ello, Dios es equivalente al vocablo Creador. La omnisciencia, es conocer todo, poseer el conocimiento de todo lo existente. Para las religiones abrahámicas esta es una condición que cohabita solamente en Dios. Por lógica, y por definición, de la mayoría de las religiones y creencias, Dios habría creado todo el conocimiento, por lo que ese conocimiento y sabiduría existe en la Conciencia de Dios. Si la Ciencia representa el conjunto de conocimientos que ha obtenido la humanidad de la Tierra y del Universo, es la ciencia, en sí misma, el camino más directo para alcanzar a la Conciencia Suprema que es la del Creador. La Ciencia nos acerca a Dios… Igualmente, se le otorga a Dios el ser omnipresente, omnipotente (que todo lo puede), y personal, además de omnisciente… Omnipresente traduce “ser o estar en todas las partes”. Por consiguiente, Dios estaría presente en cada conocimiento… Según el Diccionario de la Real Academia Española a Dios se le define como un Ser Supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del Universo. O, por otra parte, como una Deidad, a que le dan o han dado un culto, las diversas religiones politeístas, y que de alguna forma son creadores del Universo... La condición de Dios personal se refiere a suponer que el Creador se comporta como una persona o entidad, con quien se puede establecer un vínculo, como sería el caso cuando, en oración, se conversa con Dios, o se le ofrece algo o se le pide consejo, o alguna concesión...

Considerar que la ciencia niega la existencia del Creador es un absurdo, como lo es pensar que los conocimientos científicos alejan a las personas de creer en Dios. Lo que sí hace la ciencia es alejarse del absolutismo, de los dogmas, del pensamiento único, y de todo cuanto pueda detener el avance de la humanidad, hacia la comprensión de qué o quién es el Universo, y en la dirección de entender el concepto de una Conciencia Suprema Universal, o si lo prefiere, de Dios. A quienes lo hacen, le recordamos que sin la ciencia no se podría leer este escrito en las redes de Internet, y la sabiduría y los conocimientos estarían en manos de unos pocos, como lo era en la Edad Media, y podrían manipular la información y la historia, como nunca podría ocurrir hoy.
Sería ignorar que la ciencia y la tecnología permitió que la revolución agropecuaria lograra combatir la hambruna, que las ciencias naturales curaran las enfermedades, y que las investigaciones científicas, poco a poco, y cada vez más rápido, nos van develando las leyes universales.

Population growth in Baerum Norway

La ciencia ha seguido el mandato del Creador de "crecer y multiplicaos" y logrado que más de 7 mil millones de seres humanos hayan nacido y vivan. De acuerdo con las investigaciones, arqueológicas y antropológicas, se registra que los humanos se hicieron presentes en lo que hoy es África, hace por lo menos 1 millón de años. Más tarde, se traslada al resto del Mundo, primero a Europa, luego a Asia y Oceanía, y por último, al Continente Americano. En esa época, los humanos existían en número muy limitado. Los científicos estiman que serían apenas 10 millones de habitantes en toda la Tierra, durante miles de años. Luego, los humanos comenzaron a observar, y por experimentación, de ensayo y error, hicieron sus primeros descubrimientos. El fuego, la rueda, las herramientas, la agricultura, entre otros hallazgos, produjo el crecimiento de la humanidad, pero de forma muy lenta, casi a la par que cualquier especie del reino animal, y así fue durante decenas de milenios, hasta hace solamente 300 años. Para 1700, de la era actual, existían 600 millones de humanos en el planeta. En el año 1800, 990 millones de habitantes. En 1965, la Tierra tenía 3 mil 300 millones. Hoy, nos proyectamos para los 8 mil millones de habitantes. Y se estiman el doble, 16 mil millones, para el 2100… ¿Cómo fue esto posible? ¿Qué permitió esta explosión de multiplicación de vidas? ¿Qué nos hizo diferentes a las otras especies vivientes que no crecieron, o desaparecieron?... La respuesta es que la ciencia nos dio las claves, los conocimientos para desarrollarnos. El ser humano, aumentó considerablemente la despensa de alimentos gracias a la ciencia, combatió las enfermedades, pudo transportarse, comunicarse, edificar, construir, y actuar a favor de la vida, gracias a los conocimientos científicos. Por alguna razón, quizás intuición Divina, alcanzamos algunos niveles de sabiduría, y la humanidad ha podido acceder a parte de los conocimientos que, en principio, únicamente poseía la Presencia, Divina Providencia, Conciencia Universal, Suprema, Universo, Creador, o Dios, si prefiere llamarlo así. Por esto es que insistimos que la ciencia nos conduce al mayor conocimiento, universal, o Divino. Sin ninguna duda, la ciencia nos acerca a Dios, y no creer en la ciencia nos aleja del conocimiento del Creador, de Dios.

STS-114 Steve Robinson on Canadarm2

La ciencia

La ciencia es un conjunto de conocimientos que se han obtenido siguiendo una metodología de investigación y de experimentación, denominado Método Científico, que ha alcanzado demostrar teorías, a través de hipótesis comprobadas, y crear principios y leyes que explican los fenómenos naturales, los hechos formales, y las eventualidades sociales. En teoría, la ciencia conducirá al conocimiento de todo cuanto acontece en el Universo.
El científico es quien investiga, y usa el método de la ciencia para descubrir, interpretar o adquirir nuevos conocimientos sobre las teorías, leyes y principios que rigen al Universo.
La ciencia revisa los hechos, y sigue una metodología que permite demostrar, y establecer la verdad de esos hechos. Una de sus características, es la universalidad y objetividad de estas verdades, las cuales son aceptadas, y pueden ser comprobadas por todos. También, permite que estas verdades puedan ser modificadas o perfeccionadas, en la medida que se incorporen nuevos hechos y elementos que demuestran, siguiendo el método científico, esos mismos cambios.

Las Religiones

Algunas religiones y creencias suponen la inerrancia, o la ausencia de errores, de sus libros religiosos. Este parámetro de creer que un libro, como los Cuatro Vedas, el Popol Vuh, los Cuatro Libros Clásicos de Confucio, el Corán, el Tao Te King, las Biblias, católica, judía y cristianas, el Zend-Avesta, el Libro de los Muertos, el Bhagavad Gītā, el Libro del Mormón, y otros tantos libros religiosos, están exentos de errores, ha provocado que se produzca, a través de la historia de la humanidad, la separación entre la Ciencia y algunas religiones.

Bible.malmesbury.arp

Los libros religiosos, todos fueron manuscritos y epístolas, escritos por seres humanos. En el mundo, las religiones predominantes pregonan que estas escrituras son “sagradas”, tratando de imponerle un carácter divino a obras humanas, que cómo todas ellas son susceptibles de error. De hecho, estas escrituras están llenas de fábulas, leyendas, y sucesos que -evidentemente- no se corresponden con la realidad, ni con la verdad de lo acontecido en lo narrado. Circunstancias que han llevado a distintas iglesias a tratar de imponer “verdades” -falsas a todas luces- como que los libros fueron escritos, cuando no “inspirados”, por un Dios. Algunas iglesias, incluso afirman “palabra de Dios” cuando se lee una parte de la escritura “sagrada”.
El hecho de llamar al libro “sagrado”, es para que sea creíble lo no posible. También, algunos credos han impuesto, la infalibilidad de su jefatura, como es el caso de la religión católica, donde se le otorga a un “Papa”, esta condición de infalible en materia de la fe católica. Pronunciamientos que se deben aceptar como un dogma de esa misma fe. Esta condición no la otorgó ningún Dios, ni el propio Jesús de Nazareth, sino que fue decretada por el inefable Vaticano, durante el Concilio Vaticano 1°, en 1870. Como era de esperarse, esta infalibilidad papal está exenta de errores en temas de fe. Si no bastaba que la biblia fuera decretada como la “palabra de Dios” -aunque no lo es-, y para defender las interpretaciones escritas en ella, puestas en duda por la ciencia y la humanidad, la iglesia católica, con la infalibilidad papal, le dio a esta iglesia, la potestad de pronunciarse -supuestamente en nombre de Dios- para poder insistir, en que lo que diga el Vaticano, estando o no escrito, en su libro “sagrado”, la biblia, se incorpore en su credo como la propia palabra de Dios, sin serlo.

En la biblia, por ejemplo, en ella misma, se señala a sus autores. Cada libro tiene generalmente, el nombre de su autor, como pueden ser Moisés, Josué, Samuel, Esdras, Nehemías, Mardoqueo, Job, David, Salomón, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías, en el denominado Viejo Testamento. No existe ninguna evidencia que demuestre que algún Dios los escribió, o que es su palabra. Incluso, Jesús de Nazareth no escribe nada en el Nuevo Testamento que narran Mateo, Marcos, Lucas, Juan y Santiago, como esas mismas escrituras lo indican.

Ciencia y Religión

Una verdad tiene que ser universal. Es decir, que exista una coincidencia sobre lo dicho y los hechos en cuestión, y que todos la acepten. Ninguno de los libros denominados por sus creyentes como “sagrados” cumple con esta condición. Por eso, es por lo que existen tantas escrituras “sagradas”, porque unas se contradicen con otras, y todas se refieren a que son inerrantes o exentas de error porque fueron “inspiradas” por su Dios. El detalle es que, para cada creencia, Dios suele ser distinto del otro, y afirman ser -cada uno de ellos- el verdadero Creador.

Saint-Vincent-de-Paul Trinité de Jules Jollivet

Asimismo, difieren de los hechos e interpretaciones. La biblia católica nos habla que Dios es un ser único pero que, a la vez, existe como tres personas o entidades distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Esta creencia se sostiene como un dogma de fe. Mientras tanto, un concepto fundamental del Islam, es el Tawhid que se define en la fe islámica como en un Dios único sin ningún asociado, ni hijo, ni compañero. Textualmente dice: “No hay más dios que Allah, él es uno, y no tiene pareja”, negando el concepto de “tres en uno” de la Santísima Trinidad católica.

Como nos damos cuenta, la interpretación que hacen los distintos libros “sagrados” son diferentes. Otro ejemplo, es que en tanto que Jesús es hijo de Dios para la mayoría de los cristianos, para el Corán del Islam, Jesús de Nazareth es el hijo de María, y uno de sus profetas como lo son también Adán, Noé, Abraham, Ismael, Isaac, Lot, Jacob, José, Job, Moisés, Aarón, Ezequiel, David, Salomón, Jonás, Zacarías, Juan el Bautista, y Muhammad, pero ninguno es hijo de Dios, ni forma parte de Él, como sería Jesús en la Santísima Trinidad que conforma al Dios católico.

La cuestión es que cada religión parte de la premisa de que Dios es perfecto, y si el libro “sagrado” fue inspirado por Dios, entonces la escritura también debe y pasa a ser perfecta. El problema es que, si la primera premisa podría ser cierta, la segunda no. Ningún libro fue dictado por Dios, la persona pudo creer que estaba inspirado por Dios, pero ¿Fue realmente así?, o simplemente creyó que era así.

Bleu de méthylène

La Ciencia no aleja del Creador… Todo lo contrario

Las religiones no han sido necesariamente enemigas del conocimiento científico. Durante el imperio islámico, en los siglos VII y VIII se impulsaron las artes, la medicina, la filosofía, la educación, la astronomía, la agricultura, la navegación y las ciencias y la tecnología.

Si bien es cierto que una parte de la iglesia católica persiguió a los padres de la ciencia, Galileo Galilei y Giordano Bruno, igualmente, es verdad que ellos eran creyentes de Dios y del Universo. Grandes científicos como Louis Pasteur, desarrollador de las vacunas, Enrico Fermi, Premio Nobel de Física, Alexander Fleming, creador de los antibióticos como la penicilina, entre muchos otros, fueron católicos.

Einstein by Gary Lee Price in Gillette, Wyoming

Innumerables científicos han creído en una Conciencia Suprema, en un Creador. Desde Nicolás Copérnico, Francisco Bacon, quien estableció el método científico, Isaac Newton, Miguel Faraday, Gregorio Mendel, creador de las Leyes de Mendel, hasta Albert Einstein y Steven Hawking. Estos dos últimos desarrollaron el concepto de una Conciencia Universal constituida por el mismo Universo. Einstein afirmó “Todo es Dios y Dios es todo”. Stephen Hawking dijo: “Si encontramos la respuesta a lo que es el Universo, sería el último triunfo de la razón humana, porque entonces conoceríamos la mente de Dios"...

En el caso de las religiones más conocidas, debemos reconocer que el budismo abre la puerta a la Ciencia y viceversa. Esto se debe que Buda, más que una religión o doctrina, estableció una metodología similar al método científico. Los budistas confían en la evaluación de la evidencia, más que confiar en la fe, o en especulaciones. Por lo que existe una congruencia entre ambas metodologías. Esto ha permitido que budistas y científicos intercambien conocimientos. Los budistas del presente ven en la ciencia un complemento de sus creencias.

Definitivamente la optima vía para alcanzar el pensamiento de una Conciencia Universal y comunicarnos con la Divina Providencia, y recibir sus señales, es la Ciencia.

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Le invitamos cordialmente a leer nuestro libro: ¿Quién es Dios?
¡Gracias! por visitarnos, Vladimir y María Mercedes Gessen @DivanGessen @UnDiosUniversal

Foto portada: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d6/Astronomy_Evolution_...

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